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viernes, 4 de junio de 2010


Insiste en la paz mental, salud y felicidad; esas cosas constituyen la voluntad de Dios para ti.

La resignación es, en realidad un pecado, pero tampoco seas demasiado impaciente.

Si un viejo problema persiste, ora pidiendo inspiración e inteligencia.

Si todo parece persistir, deja de luchar y dale gracias a Dios constantemente por ponerte en libertad. Usa exclusivamente este Tratamiento por una semana.

Si te sientes deprimido o desanimado, trabaja para realizar la Vida y el júbilo, y da gracias por estas cosas.

Si estás nervioso o atemorizado, descarga la responsabilidad sobre Dios, y dile que tú sabes que estás salvo en Sus manos.

Si alguien te está dando problemas, ve sólo la Presencia de Dios dondequiera que la presencia de la persona problemática parezca estar.

Si quieres progresar más rápidamente, reclama entendimiento y afirma que el Amor Divino está trabajando a través de ti.


Cualquiera que sea tu problema, la oración lo puede solucionar. Cualquiera que sea tu carga, la oración puede disiparla. Cualquier cosa que te pueda faltar para completar tu vida, la Oración la puede suministrar.

Recuerda que Oras cada vez que piensas en Dios, llames a ese acto Oración o no. Tu Oras cada vez que lees la Biblia o cualquier libro espiritual, cuando meditas, y cada vez que afirmas que Dios piensa, habla o actúa a través de ti. Asi vemos que cada vez que haces alguna de estas cosas, te acercas a Dios. Le imprimes un caracter espiritual a tu naturaleza. Para decirlo en la terminología moderna, estás limpiando el subconciente.

La gente suele preguntarse cual es la mejor forma de cambiar la mente subconsciente, librarse del miedo y de otras cosas negativas que se encuentran en ella. La respuesta sigue siendo: La Oración. La mejor forma de limpiar el subconciente es afrontar cada dificultad, a medida que se presenta, mediante la Oración, y regocijarse al saber que la Práctica de la Presencia de Dios es el Gran Libertador. Es la mejor y más poderosa forma de psiquiatría.

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