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sábado, 8 de mayo de 2010

MINIMIZA EL PROBLEMA - Emmet Fox
Las experiencias tienen el valor que les damos con el pensamiento. Un poco de reflexión al respecto mostrará que esto es verdad en toda la gama de experiencias humanas. El mismo acontecimiento desagradable del cual un hombre se reirá y que olvidará, para otro puede significar un corazón destrozado seguido de la muerte.

Una "gran" dificultad es aquella que consideramos grande. Para Dios no hay demostraciones grandes ni pequeñas; "grande" y "pequeño" son cualidades que solo están en nuestro pensamiento. Sanar un hombre moribundo nos parece una gran demostración, y curar un dedo cortado nos parece una demostración pequeña, pero para Dios, la una no es más difícil que la otra. Si creyéramos que es tan fácil resucitar a los muertos como curar un resfriado, lo podríamos hacer con la misma facilidad. Si creyéramos que es tan fácil precipitar una casa como un lápiz, precipitaríamos una casa tan fácilmente como precipitamos un lápiz.

Minimiza el problema al cual le estás haciendo tratamiento. No le des importancia en tu pensamiento. No trates demasiado. Un sentimiento positivo, constructivo y de "no me importa" es muy valioso. Y cuanto menos apuro tengas para tu manifestación, tanto más pronto se te dará. si sientes que puedes esperar un año, probablemente llegará la semana entrante. si sabes que vendrá y no te importa cuando, probablemente llegará mañana. El apuro y la presión son grilletes que ponemos sobre nuestras propias almas.

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